LA VIDA SECRETA DE CARLOS CASTANEDA. LA PRIMERA BIOGRAFIA DEL AUTOR DE LA SAGA DON JUAN MAUTUS
Publicado en El Ojo Crítico nº 87
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El pasado 27 de abril se cumplieron 20 años de su muerte, sin embargo el eco de su obra sigue vivo en el cine, la música, la TV y la literatura del siglo XXI. Nuestro compañero Manuel Carballal acaba de publicar la primera biografía completa de Carlos Castaneda. De su libro extractamos un resumen de la brutal influencia que dejó en la cultura. Aunque no lo sabes, muchas de las frases que usas, y las cosas que crees saber, se deben a la obra de Carlos Castaneda.
Parafraseando a Winston Churchill, Carlos Castaneda era “un acertijo envuelto en un misterio dentro de un enigma”. Hasta ahora. Pero, nos guste o no, dejó su huella en la historia. Nadie la borrará.
En marzo de 1968, hace ahora 50 años, el departamento de publicaciones de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), editó su primer libro: “Las enseñanzas de Don Juan: Una forma yaqui de conocimiento”.
Castaneda, la Providencia o quizás “el intento” escogieron el lugar y el momento oportuno para publicar “Las enseñanzas de Don Juan”. En 1968 la sociedad norteamericana se polarizaba a favor y en contra de la guerra de Vietnam. Martin Luther King era asesinado en Memphis y los cines estrenaban clásicos como “El planeta de los Simios”, “2001, una odisea espacial” y “La semilla del diablo”. Es la América de la contracultura. De los hippies, la marihuana y el LSD.
Durante los años 50 la sociedad norteamericana descubrió las drogas. En 1953 el ya entonces famoso Aldous Huxley lee un artículo sobre el tratamiento de la esquizofrenia con mescalina y contacta con uno de los autores: el Dr. Humphry Osmond. Decide experimentar por si mismo y, entre 1953 y 1963 realizó varios experimentos con mescalina, LSD y psilocibina. Sus libros “Las puertas de la percepción” (1954) y “Cielo e infierno” (1956) se convirtieron en clásicos.
El 13 de mayo de 1957 la revista Life, de gran difusión en EEUU, publicó un artículo del Dr. Robert Wasson sobre el uso de hongos psilocybe en las ceremonias religiosas de los mazatecas mexicanos. Y con los testimonios de Huxley y Wasson, llegó Timothy Leary, el mayor entusiasta del uso del LSD, y su mayor difusor. Leary se convirtió en un personaje mediático, e hizo una gira por diferentes universidades americanas defendiendo las virtudes místicas de esta droga, llegando a fundar, a mediados de los sesenta, y tras acaloradas polémicas, la Liga para el Descubrimiento Espiritual. Fueron los años de eclosión. Los jóvenes norteamericanos estaban entusiasmados con aquella via rápida de acceso a la divinidad. Un tripi, y la experiencia mística estaba garantizada. Pero no existen atajos hacia Dios.
Todos sacaban tajada. Huxley cita, en una carta a Osmond de 1960, incluso a dos psiquiatras de Beverly Hills, que hacían terapia de LSD a 100 dólares la sesión. El célebre médico y parapsicólogo Andrija Puharich también se subió al carro. Su libro “The Sacred Mushroom” (1959) explora las experiencias paranormales con drogas chamánicas, pero también informó a la CIA de las aplicaciones de dichas drogas en el ámbito militar, y un nuevo jugador entró en el tablero… Los experimentos de la CIA con LSD, y los programas de guerra psicológica en los años 50 y 60 merecerían un estudio aparte. Pero lo importante es que cuanto más avanzaba el estudio científico del LSD, más riesgos detectaban los médicos en su consumo indiscriminado.
En 1967 la revista Science publicaba el primer estudio genético que demostraba que el consumo de LSD causaba daños cromosómicos. En 1968 el presidente Lyndon Johnson, en su comparecencia ante el Congreso, prometió endurecer aún más la ley contra el consumo de “LSD y otras sustancias peligrosas”. Ese mismo año eran ilegalizadas en muchos estados. Pero los jóvenes norteamericanos ya habían descubierto en las drogas el atajo hacia Dios… ¿Cómo iban a renunciar ahora?
Y entonces llegó Carlos Castaneda. El joven antropólogo, avalado por la prestigiosa universidad de UCLA, se sacó de la manga una alternativa. Una serie de plantas mágicas y naturales, que podían ofrecer experiencias místicas tan o más intensas que el LSD. Era una apuesta segura.
Como recuerda la segunda de sus cuatro esposas -Margaret Runyan Castaneda-, el primer libro es una versión ampliada de un trabajo de clase. Una redacción larga, realizada a petición de su profesor de Etnografía de California, Clement Meighan: “Meighan pidió en su clase un trabajo trimestral, asegurando un sobresaliente a todos los que se entrevistaran con un indígena, y es que, por muy mal que estuviese hecho el trabajo, el salir a la calle en busca de informadores vivos era una molestia digna de recompensarse con una buena nota”.
En el trabajo original no se cita el nombre de don Juan, ni mucho menos el apellido Matus. El informador no es identificado, pero la redacción de Castaneda entusiasmó al profesor Meighan. “De toda una clase de casi 60 alumnos, Meighan obtuvo tres trabajos en los cuales se había intentado entrevistar a un informador. Uno de los alumnos encontró a un indígena en el campus a través de un programa de becas étnicas (…). Otro vivía en un rancho en Fresno y le hizo a un amigo unas cuantas preguntas de rutina acerca de la forma de vida de los indígenas. Sólo Carlos salió fuera en busca de un informador…”. Aquel sencillo trabajo de clase de etnografía, que entusiasmó al profesor Meighan, sería ampliado y enriquecido posteriormente, y terminaría convirtiéndose en un libro publicado por la editorial de UCLA primero, y un best seller internacional después, de la mano de Silver & Schuster, su sello comercial durante décadas. Con él vendió más de 27 millones de ejemplares de sus libros, en 17 idiomas. Inspiró miles de ensayos, tesis doctorales y artículos, series de televisión, películas, documentales, cómics, novelas, operas, canciones, cuadros y esculturas, poemas… Sí, sin duda Castaneda dejó su impronta en la historia. Y digamos lo que digamos de él, permanecerá para siempre.
Trascendió el status de simple escritor para convertirse en mito. E incluso, para cientos de miles de personas en todo el mundo, quizás millones, todavía hoy es un guía espiritual. El fundador de un nuevo sistema de pensamiento, de una religión: el neo-nagualismo tolteca: el camino del guerrero[1]. Porque lo que comenzó como un simple trabajo en la clase de antropología de la Universidad de California en los Ángeles (UCLA), después ampliado y editado en formato de libro, terminó, trece títulos después, convertido en una nueva revelación mística.
El pintor de palabras
Carlos Castaneda fue un escritor excepcional. Era capaz de pintar con las palabras, y con ellas dibujó un mundo nuevo, que sedujo, y continúa seduciendo, a millones de lectores en todo el planeta.
La prestigiosa revista Times, que le dedicó una portada en marzo de 1973, lo consideró el inspirador de eso que llamamos New Age. De hecho infinidad de conceptos, argumentos y términos que hoy continúan utilizando los líderes “espirituales”, están sacados de sus enseñanzas. Se convirtió en el antropólogo más famoso del mundo. Y aunque no lo sepas, muchas de las cosas que crees, las expresiones que utilizas, y las “verdades” que consideras tuyas, llegaron a ti gracias a este excepcional escritor. Has escuchado su nombre, y conocido sus teorías, a través del cine, la literatura y la música en innumerables ocasiones, aunque tal vez no seas consciente de ello…
Cuando, en 1990 el jurado del Premio Planeta (el más prestigioso certamen literario en lengua española) declaró finalista “El Camino del Corazón”, de Fernando Sánchez Dragó, quizás no recordaba que ese concepto, el del camino con corazón, que todos hemos utilizado tantas veces, fue incluido por Carlos Castaneda en su primer y magistral libro. Pero Dragó si lo recordaba. De hecho, según confiesa al diario ABC la misma noche de la entrega del Planeta: “es una novela cercana a los libros de Carlos Castaneda, cuyo tema principal son los viajes iniciáticos”.
Sánchez Dragó, que ganaría el prestigioso premio Planeta dos años más tarde, con “La prueba del Laberinto”, jamás ha ocultado su reverente fascinación por Carlos Castaneda. El 24 de septiembre de 2001 Sánchez Dragó dedicó una emisión de su programa Negro sobre Blanco, en TVE, a la obra de Castaneda. En dicho programa participaron, entre otros, mi querida Concha Labarta –el auténtico motor para que durante los últimos cinco años yo haya seguido la pista de Castaneda por medio planeta para completar su biografia-, la musicóloga y cantante Olvido Gara “Alaska”, y el psiquiatra y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Dr. José Mª Poveda.
Tras una hora de erudita y fascinante tertulia, Sánchez Dragó tomaba la palabra para despedir el programa con un alegato final, que sin duda refleja la opinión que comparten todos los intelectuales seducidos por don Juan, definiendo a Carlos Castaneda como “mi maestro” y para “recomendarles a ustedes muy vivamente, casi más vivamente que nunca, la lectura de esta obra maestra de la literatura, de la filosofía, de la antropología, de la gnosis, de la aventura del ser y de la aventura del conocer. Repito lo que dije en la introducción de este programa: las obras de Carlos Castaneda cambiaron, y creo que no precisamente para mal, mi vida y la vida de otras muchas gentes. Ojalá cambien también sus vidas…”. He puesto a disposición de todos los lectores ese histórico programa en: www.lavidasecretadecarloscastaneda.blogspot.com.
Pero Sánchez Dragó no fue el único. La periodista y escritora francesa Veronique Skawinska, esposa del músicomundialmente famoso Vangelis y amiga personal del cantante Demis Roussos -con quien escribió mano a mano su libro autobiográfico-, vivió años obsesionada con Castaneda. Llegó a viajar a EEUU para embarcarse en una persecución desesperada del esquivo autor, hasta que lo encontró. Relata sus aventuras en “Rendez-vous sorcier avec Carlos Castaneda”.
El atormentado Hunter Thompson, referente de la literatura norteamericana e “Inventor” del periodismo gonzo, fue otro admirador de Castaneda. Así como la célebre Pamela Lyndon Travers, autora de la famosa saga “Mary Poppins”, que decía de los libros de Castaneda: “Me gustan mucho. Me llevan a un mundo al que temo no pertenecer. Es un poco más oculto que mi mundo, pero me gusta la idea de Don Juan acerca de lo que es un guerrero y cómo debe vivir un guerrero. De alguna manera, todos tenemos que vivir como guerreros; Eso es lo mismo que ser el héroe de la propia historia. Siento que Castaneda ha sido tomado en otras dimensiones del pensar y experimentar. No pretendo entenderlos, y creo entender por qué Castaneda es tan lento para dar entrevistas e intenta separarse de todo eso. No quiere explicar. Estas cosas no se pueden explicar en términos ordinarios…”.
En cuanto a la rendida admiración del premio Nobel de literatura, Octavio Paz, queda patente en el entusiasta prólogo, de quince páginas, que redactó para la primera edición en español de “Las enseñanzas de don Juan”. Otro premio Nobel, Mario Vargas Llosa, fascinado por “Las enseñanzas de don Juan” y a quien también se relacionó con Castaneda, ha tenido la amabilidad de responder a mis preguntas para separar el mito de la realidad en mi biografía de Castaneda.
El beatle John Lennon fue más allá. En una histórica entrevista concedida a David Sheff, y publicada en la revista Playboy en septiembre de 1980 (solo tres meses antes de su asesinato), Lennon explica su abandono de la mítica banda de Liverpool, que desembocó en la disolución de The Beatles a causa de su relación con Yoko Ono. Y para hacerlo utiliza como ejemplo precisamente la obra de Carlos Castaneda, identificándo a Yoko Ono con su personal brujo Don Juan Matus. Demostrando así su fascinación por el autor.
Castaneda en el cine
En 1968, Carlos Castaneda estudiaba en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), a un tiro de piedra -o a un vuelo de cuervo- de Hollywood; la mayor fábrica de sueños de la historia de la humanidad. Y Hollywood cayó rendido a sus pies, seducido por Castaneda. Por eso no es extraño que entre sus más devotos y rendidos admiradores nos encontremos a los más influyentes cantantes, actores y directores de cine del siglo XX. Artistas que incorporaron la obra de Castaneda en su música y películas, amplificando su influencia en las generaciones venideras. Hasta la actual. Cito solo algunos de los ejemplos que he podido documentar.
La popular expresión: “Que la Fuerza te acompañe”, la cita más repetida de la saga cinematográfica Star Wars, quizás nunca habría existido si su creador, George Lucas, no hubiese sido otro devoto lector de la obra de Castaneda. Durante su adolescencia Lucas había estudiado antropología en el Modesto Junior College de California, antes de matricularse en la Escuela de Artes Cinematográficas, y cuando apareció “Las enseñanzas de don Juan”, cayó tan seducido por aquel texto genial como todos los jóvenes de su generación. Años después, cuando comenzó a idear el mundo de Star Wars, tomó muchos elementos del universo castadeniano para su saga. Los diálogos del Maestro Yoda y Luke Skywalker, son un eco de los encuentros de don Juan y Castaneda. Algo que el mismo Lucas ha reconocido en numerosas entrevistas y biografías.
También el universo plasmado por los hermanos, ahora hermanas, Larry y Andy Wachowski en la saga The Matrix está lleno de guiños y alusiones fácilmente identificables a la obra de Carlos Castaneda. El norteamericano Paul Homes hizo un minucioso estudio comparativo entre The Matrix y los libros de Castaneda, identificando y reseñando, uno a uno, más de 210 elementos de Matrix extraídos de la obra de
Castaneda. Su web: http://matrixcastaneda.com, comienza con una carta dirigida a los hermanos Wachowski reseñando sus descubrimientos. Resultan abrumadores. En su voluminoso y magistral estudio monográfico “Dentro de Matrix”, los españoles Pedro Berruezo y David Catalina también mencionan la influencia de Castaneda en la saga Wachowski, dedicándole varias páginas. Y por si quedase alguna duda sobre la definitiva influencia de Castaneda en los/las Wachowski, en su ambiciosa superproducción El atlas de las nubes, la referencia es directa. En una de las escenas el personaje interpretado por Tom Hanks le dice al personaje interpretado por Halle Berry:
-Una vez tuve una novia. Quería hacerme leer a Carlos Castaneda. ¿Alguna vez leíste de esas cosas?
-Sí.
El galardonado director Oliver Stone, es otro confeso admirador de la obra de Castaneda. Stone es el autor de obras tan emblemáticas como El Expreso de Medianoche (Oscar al mejor guión adaptado en 1978), Pelotón (Oscar al mejor director y a la mejor fotografía en 1986), Nacido el 4 de julio (Oscar al mejor director en 1989) o The Doors, película biográfica sobre la vida de Jim Morrison y su legendaria banda de rock. Morrison y los Doors, por cierto, fueron compañeros de Castaneda en UCLA y autores de numerosas letras chamánicas presuntamente basadas en sus libros. El alias de Morrison; “El Rey Lagarto”, no es por casualidad. La frase “nadie sale vivo de aquí” que da título a su última biografía, es de Castaneda.
Oliver Stone no solo ha reconocido en numerosas entrevistas su fascinación por la obra de Carlos Castaneda, sino que su productora cinematográfica se llama Ixtlán, en confeso homenaje al tercer libro de Castaneda. Anécdota esta que aparece reflejada en casi todas sus biografías. Así que, de alguna manera, cada vez que vemos una película producida por Stone, recibimos los ecos de Castaneda…
Hay más. La vinculación de Oliver Stone con el mundo de Castaneda no se limita a una admiración distante, ni al homenaje de bautizar su productora con el título de su tercer libro… Stone compartiría años más tarde un audaz proyecto, la serie televisiva Wild Palms, con el guionista Bruce Wagner, discípulo directo de Castaneda y casado con Carol Tiggs –la mujer Nahual-, tras separarse de la actriz Rebecca De Mornay…
Otros directores de las series de televisión más influyentes del mundo tampoco escaparon a la seductora influencia de Castaneda. De hecho, dicen que en el siglo XX y XXI “si no apareces en Los Simpson no existes”. Y el director Jim Reardon y los guionistas Ken Keeler y Bill Oakley, dedicaron un capítulo entero a los libros de Carlos Castaneda. Se trata del episodio nueve de la octava temporada, titulado: “The Misterious Voyage of Homer”, estrenado en EEUU el 5 de enero de 1997.
En esta parodia del viaje iniciático de Carlos Castaneda por el desierto mexicano, la estrella invitada inicialmente era Bob Dylan, pero por un problema de agenda finalmente es el famoso cantante y actor Johnny Cash quien pone voz al coyote que habla con Homer Simpson en su delirante trance chamánico, rememorando uno de los episodios más célebres de los libros de Castaneda: su conversación con el coyote recogida en “Viaje a Ixtlán”.
En Europa… también.
A los seguidores de Castaneda tampoco les cuesta reconocer referencias a sus libros en la serie Twin Peaks de David Lynch. La revista Rolling Stones llegó a concluir que el personaje central, el Agente Cooper, “habla como Castaneda”. Por todo ello, y por la e cercanía –no solo geográfica- de Carlos Castaneda con la industria del cine, no es extraño que una de sus “hijas” supuestamente venida desde otra dimensión, Tycho Thal, alias el “explorador naranja”, terminase participando como extra en algunas películas de Hollywood y en algunas obras de teatro en Los Ángeles. Así que todos nosotros hemos visto su rostro en alguna ocasión, aunque nadie fuese consciente de que aquella joven que se asomaba a nuestras pantallas era la supuesta hija de Castaneda y Florinda Donner…
Pero la influencia de Castaneda no se limitó a los directores más influyente de Hollywood, sino que se extendió por el continente y terminó atravesando el océano para “infectar” a los realizadores más influyentes del cine latinoamericano, europeo, ruso, etc.
En su obra autobiográfica “Psicomagia”, el director chileno Alejandro Jodorowsky relata sus experiencias con la curandera mexicana Pachita y su encuentro personal con Carlos Castaneda en México. Ambos se sintieron mutuamente fascinados. El escritor conocía las películas de Jodorowsky, especialmente El Topo y La montaña sagrada, y el director conocía la obra de Castaneda, que después intentaría llevar al cine. Aún lo intenta.
También el críptico y enigmático director soviético Andrei Tarkovsky impregnó sus películas con el espíritu castadeniano. Hasta el punto que su film Stalker (1979) es, según los seguidores de Castaneda, la primera película dedicada a los “acechadores” de la historia del cine. En los diarios redactados por Tarkovsky entre película y película, encontramos referencias concretas a Carlos Castaneda y a don Juan. Por ejemplo en las anotaciones del 9 de junio de 1980: “No es extraño que a menudo me viene a la mente Castaneda con su don Juan…”. Algunos de sus colaboradores más cercanos, como Layla Alexander Garret, recuerdan en sus memorias la fascinación del director ruso por el escritor: “Me enseñó a mirar y escuchar el mundo que me rodea de forma diferente. Como el don Juan de Castañeda, de quien siempre hablaba con gran reverencia…”.
Pero si hay un director europeo que cayó rendidamente fascinado por Castaneda -y sobre todo por una de sus brujas: Florinda Donner-, fue el italiano Federico Fellini. Fellini puso todo su empeño en convencer a Castaneda para llevar al cine su obra, y estuvo a punto de conseguirlo. El proyecto se llamó “Viaje a Tulun”, en una evidente referencia a “Viaje a Ixtlán”, tercer libro de Castaneda y base de su tesis doctoral: “Hace ya bastante tiempo que tenía la idea de hacer una película a partir de los relatos de Carlos Castaneda –declaró Fellini al reportero C. Lázaro-. Durante dos años intenté entrar en contacto con él: fue totalmente imposible, y eso volvió aún más excitante esa hipótesis de película. Me parecía que este hombre no existía realmente. Los amigos norteamericanos que yo había lanzado en su búsqueda, como el director de la editorial Simon & Schuster —que publicó todo el ciclo de Castaneda en los Estados Unidos— o su agente literario, Ned Brown, me daban noticias muy contradictorias sobre él y eso volvía al personaje aún más fascinante y misterioso que los de sus libros…”.
Fellini se obsesionó con Castaneda. Los buscó durante quince años, y al final fue Castaneda quien se puso en contacto con el director italiano en Roma, justo mientras Fellini rodaba su clásico Ginger y Fred. Siguiendo las indicaciones de Castaneda, Fellini llegó a viajar a EEUU y México para ultimar los preparativos de “Viaje a Tulun”, que finalmente nunca llegó a rodarse. Sin embargo el consagrado dibujante Milo Menara lo convirtió en un cómic de culto, tan psicodélico y bizarro como las alucinaciones de peyote que conozco por propia experiencia.
En 1994 –año en el que Castaneda se reúne en Madrid con varios personajes del cine y la TV, incluyendo algún conocido actor español al que después me referiré- Alejandro Jodorowsky anunció que había retomado el proyecto de Fellini y Menara para llevar finalmente “Viaje a Tulun” al cine, y cuyo inicio de rodaje era inminente. Pero a fecha de hoy la película no ha llegado a materializarse.
Castaneda en el siglo XXI
Y es que la influencia del Castaneda en el cine, la televisión, la cultura, la música y la literatura no desapareció con el nuevo milenio. En el siglo XXI sigue tan viva como siempre, llegando a millones de espectadores en todo el planeta a través de guiños, “cameos” o alusiones directas. He aquí algunos de los ejemplos que he localizado… Hay más.
El 25 de marzo de 2009 se estrenó en EEUU el capítulo diez de la quinta temporada de la famosa serie Lost (Perdidos), titulado “He´s our you”. No es ningún secreto la fascinación que su creador, J. J. Abrams, siente por Castaneda. Fascinación que continuaría expresando en la séptima entrega de Star Wars: “El despertar de la Fuerza”, siguiendo la tendencia castadeniana de George Lucas. Ni tampoco es un secreto que el onírico contexto en el que se desarrolla la famosa serie de televisión está plagado de referencias al mundo de don Juan. Pero en alguno de los capítulos, como “He´s our you”, esa influencia se expresa en forma de spot publicitario. En el minuto 04:05 el personaje del niño Benjamin Linus entrega al temible Sayid Jarra en su celda una bandeja con comida y un libro. Cuando el director del capítulo, Greg Yaitanes, decide acercar el zoom de la cámara a la bandeja que Ben entrega a Sayid nos encontramos con un primer plano de la portada del libro: “A Separate Reality” (“Una realidad aparte”), segunda obra de Carlos Castaneda publicada en 1971, como continuación del inesperado éxito editorial de “Las enseñanzas de Don Juan”.
El mismo libro aparece en manos del personaje del Dr. Irving Pitlor en el minuto 43:40 del capítulo cinco de la segunda temporada de True Detective: “Other Lives” (“Otras vidas”), justo antes de recibir una brutal paliza del ex policía Ray Velcoro (Collin Farell). En el capítulo 17 de la primera temporada de la serie Fringe, se menciona explícitamente a Carlos Castaneda en un dialogo entre los personajes centrales de Olivia (Anna Torv) y el Dr. Walter (John Noble). Pero no es el único guiño a Castaneda de la famosa serie creada de nuevo por J. J. Abrams junto con Alex Kurtzman y Roberto Orci. En el doceavo episodio de la tercera temporada, titulado “Concentrate and ask again”, aparecen, sobre una repisa, un ejemplar de los libros de Castaneda “El segundo anillo de poder” y otro de “Una realidad aparte”.
Otro de sus libros, “Relatos de poder” (1975) aparece en las manos de Marge Guttman, interpretado por la actriz Garn Stephens, instantes antes de morir de forma horrible en la tercera entrega de la saga Haloween: “Healloween III: Season of de Witch”.
En la película Elexorcismo de Emily Rose la antropóloga Dra. Sadira Adani (interpretada por Shohreh Aghdashloo) cita directamente a Castaneda como argumento de autoridad durante su declaración en el estrado, ante la juez que analiza la muerte de Emily: “Según mi estudio de caso creo que Emily Rose era hipersensible. Una persona de conexión inusual con lo que Carlos Castaneda llamó una realidad aparte…”.
Y por supuesto no podía faltar la serie de culto Expediente X. En el capítulo once de la segunda temporada, titulado “Excelsis Dei”, se produce el siguiente diálogo entre los agentes Fox Mulder y Dana Scully :
– Mulder, las setas no son medicamentos. Están deliciosas, pero no resucitan a los muertos.
– Los chamanes los han usado durante siglos para entrar en el mundo de los espíritus.
– Creo que has estado leyendo demasiado a Carlos Castaneda…
Castaneda y la ciencia.
La obra de Castaneda también dejó una huella imborrable en la historia de la ciencia. Su impacto en la antropología norteamericana es evidente. Creó vocaciones. Miles de jóvenes decidieron estudiar antropología gracias a sus libros. Incluyendo a algunos que luego se convertirían en sus críticos más feroces, como Jay Courtney Fikes. Pero también supuso un antes y un después en la historia de la parapsicología científica. Eminentes investigadores como el Dr. Stanley Krippner, –que también ha colaborado en mi investigación-, Karlis Osis o el Dr. Douglas Price-Williams tuvieron la oportunidad de tratarlo e incluso realizar experimentos paranormales con él.
Pero sin duda su aportación clave a la ciencia fue el impulso definitivo a la antropología de la consciencia. Así lo resumía el prestigioso Dr. Joseph Long: “Aunque los antropólogos han mostrado de vez en cuando un desvergonzado interés por los inpsi, o fenómenos paranormales en las culturas primitivas, desde los días de Andrew Lang, no fue hasta la aparición de la obra de Castaneda que los antropólogos se vieron obligados a hacer un esfuerzo concertado para comprender los aspectos paranormales de la cultura”.
Sin Castaneda, la prestigiosa Sociedad para la Antropología de la Consciencia (SAC), perteneciente a la Asociación Americana de Antropología, tal vez no existiría. O al menos no se habría desarrollado como lo hizo: “Considerando la importancia de concientizar al público y a la ciencia sobre el chamanismo, si Castaneda no hubiera otorgado la discusión con su carisma, tal vez ni siquiera estaríamos hablando de chamanismo ahora. De hecho, Price-Williams y colegas como Michael Harner (1980; 1993) podría haber tenido que inventarlo”.
La lista de referencias a Castaneda en la cultura, el arte, la literatura y la música del siglo XX y XXI también es inmensa. Desde la ópera rock “Diablero” (inspirada en los cuatro primero libros de Castaneda), hasta el cómic biográfico “Castaneda for beguinners” de Broussalis y Arvallo, pasando por grupos de rock, pop o electrónica, con nombres tan evidentes como los peruanos Juan Matus, los californianos Castaneda, etc.
O discos y temas de grupos y cantantes tan diversos como Rick Wald, Tríoscapes, Paul Stoneheart o Jess and the ancient ones, que no solo publicaron títulos como “Castaneda´s Dreams”, “Separate Realites” o “Castaneda´s Walk”, sino que algunos incluso incrustaron una fotografía de Carlos Castaneda en la carátula del disco, o comienzan sus conciertos explicando cómo sus letras están inspiradas en los libros del enigmático autor.
“El primer libro marca tanto como el primer amor”, confiesa Dante Spinetta, líder de la banda Illa Kuryaki y considerado uno de los veinte mejores guitarristas argentinos de la historia: “El primer libro que leí a los 15 años fue Las enseñanzas de Don Juan, de Carlos Castaneda”.
Otros, como el líder de La Renga, Gustavo “Chizzo” Nápoli, reconocen explícitamente la influencia de Castaneda en sus letras durante la entrevistas que conceden a medios especializados o no. En mi investigación, por ejemplo, he encontrado infinidad de evidencias buceando en las hemerotecas de la prensa convencional.
En 1975, por ejemplo, la legendaria banda The Eagles, era entrevistada por el diario español ABC, a raíz de la publicación de su nuevo disco “One of these nights”. En ningún momento ni el periodista, Maríano Méndez-Vigo, ni los míticos músicos americanos, Glenn Frey, Don Henley, Joe Walsh y Timothy B. Schmit, dejan de hablar con total naturalidad de Carlos Castaneda como su auténtico inspirador. El documento no tiene precio: “Los Eagles han nacido y crecido como conjunto en el desierto de California del Sur. Han leído y estudiado todos la obra del escritor Carlos Castaneda durante sus peregrinajes ente las dunas y las montaña y han tomado el nombre del conjunto porque Águila (en inglés Eagles) es uno de los espíritus de la religión de la tribu india que vive todavía en cierta zona del desierto”. En verano de 2018 The Eagles superó en ventas a Michael Jackson, convirtiendo su disco recopilatorio -notablemente inspirado en Castaneda- en el disco más vendido de la historia.
Por no hablar de The Doors… Del encuentro entre Jim Morrison y Carlos Castaneda, y su hipotética colaboración en UCLA, se han ocupado diferentes biógrafos del líder de The Doors, como Chris Salewicz o Stephen David entre otros. Sin embargo, donde realmente apreciamos la impronta que Carlos Castaneda dejó en la historia es el mundo editorial.
Carlos Castaneda firmó solo trece libros –además de cuatro dosieres editados por su asociación Cleargreen-, aunque tengo razones para sospechar que escribió o co-escribió al menos cuatro libros más. Sin embargo se han publicado miles, sí, miles de libros, en todas las lenguas, sobre Castaneda y su obra. La inmensa mayoría son un puñado de conjeturas, basadas en especulaciones, inspiradas en divagaciones o incluso simples delirios. Apenas media docena son obras críticas. El resto son absolutamente devocionales.
Todos ellos, cantantes, actores, directores, literatos, periodistas… han sido altavoces que han ampliado la influencia de Castaneda en la cultura durante generaciones. Incluso aunque alguien no haya leído jamás un libro de Carlos Castaneda, ha recibido en miles de ocasiones el eco de sus ideas, a través de sus influyentes y famosos admiradores. Y todos fueron, fuimos, cómplices.
El legado de Carlos Castaneda es sencillamente inabarcable. Llevo años intentándolo y es imposible. Muchos, como mi amigo el brillante periodista peruano Ybrahim Luna lo intentaron. Pero ante las dimensiones del proyecto terminaron tirando la toalla. “Pero tú tienes algo que nosotros no tenemos –me dijo en una ocasión-: tu compromiso con tu amiga Concha”. Ese ha sido mi auténtico motor y motivación para continuar investigando cuando todas las puertas se cerraban, o cuando se abrían más de las que un solo individuo podía abarcar…
A pesar de que mi biblioteca personal sobre Castaneda supera el centenar y medio de títulos físicos, y algunas docenas de eBooks -que leí y releí una y otra vez-, es solo una mínima parte de los miles de volúmenes, ensayos, novelas, estudios, cómics y tesis que se han publicado en torno al misterioso autor. La última, una tesis doctoral defendida en la Universidad Autónoma de Madrid el pasado año 2015. Castaneda sigue vivo…
Pero ¿Quién era Castaneda?
En 1968 Jane Hellisoe, de la Universidad de la prensa de California, le hizo una de sus primeras entrevistas. Ante la pregunta: “De que país es usted”, Castaneda respondió: “Yo soy de Brasil, yo nací en Brasil. Mis abuelos son italianos”. Y esa sería la versión que mantendría durante los siguientes cinco años.
Según Castaneda, nació en 1935 en la aldea de Juqueri, Sao Paulo. Su padre, que mas tarde se convertiría en catedrático de literatura tenía entonces 17 años, y su madre, Luisa de Freitas-Valle, 15. A causa de la juventud e inmadurez de sus padres, el pequeño Carlos habría vivido cinco años con sus abuelos maternos. Con seis años regresaría a la casa paterna, pero ese mismo año su madre habría muerto de neumonía, quedándose solo con su padre al que menciona en sus libros con una mezcla de ternura, lástima y desprecio. Poco después se traslada a casa de su tío, en Buenos Aires, donde habría estudiado en el colegio Nicolás Avellaneda hasta los quince años. Allí habría aprendido español, su tercer idioma, ya que hablaba –decía él- italiano por sus abuelos y portugués por su nacimiento. Pero el joven Castaneda habría sido un joven tan rebelde, que finalmente su tío decide enviarlo con una familia adoptiva a San Francisco. Allí viviría hasta graduarse en la Hollywood High School. Después se marcharía a Italia, la tierra de sus abuelos, para hacer un curso de escultura en la Academia de Bellas Artes de Milán, antes de regresar a Los Angeles… Hoy estamos en disposición de afirmar que en esa autobiografía no hay ni una sola verdad.
La verdadera historia de Carlos Castañeda
Cuando, en 1973, la prestigiosa revista Time le propuso una entrevista, Castaneda –aseguró- lo consultó con Don Juan y este aceptó. Para ilustrarla se incluyen cinco fotos de un hombre tapándose la cara con un libro o un sombrero, en la biblioteca. Las fotos fueron tomadas por Eddie Adams (ganador de un Pulitzer por la famosa foto de un sospechoso de pertenecer al Vietcong asesinado por un policía en Saigon) quien declaró que el entrevistado le había dicho, antes de tomarlas: “me tapo la cara porque parezco demasiado normal. No seré lo que la gente espera…”.
El Nahual sin duda se esperaba la habitual pleitesía, halago y sumisión con que lo obsequiaban casi todos los periodistas que tenían la cada vez más escasa oportunidad de entrevistarlo. Pero se equivocó. Sandra Burton, una reportera de raza que no se había dejado intimidar por la aureola de misticismo que rodeaba al Nahual durante la horas que se reunió con él, había sido la encargada de coordinar la investigación previa de Time. Y quizás una de las pocas mujeres que no cayó rendida ante su magnetismo personal.
El artículo se publicó como tema de portada en marzo de 1973: “Carlos Castaneda, Magic and Reality”. En las seis páginas de apretado texto que ocupa el reportaje encontramos mucha información. Habìan acudido a UCLA para acceder a su expediente académico y a su foto de graduación. Y habían comenzado a tirar hacia atrás. En los archivos de Inmigración descubrieron el registro de entrada de Carlos Cesar Arana Castañeda en EEUU, en 1951. Había nacido en 1925, diez años antes de lo que declaraba, en Cajamarca, Perú, y no en Brasil. No contentos con eso, los reporteros de Time habían viajado a Cajamarca para entrevistar a la familia real de Castaneda, que había descastellanizado su nombre eliminando la vírgula de la ñ materna. Resulta paradójico contemplar en el reportaje de Time las cinco fotos de Castaneda ocultando su rostro, y en medio la imagen, de medio cuerpo, con toga y birrete.
Las mentiras del Nahual habían sido desenmascaradas públicamente por primera vez, pero aguanto el tipo como un tahúr acostumbrado a la tensión. Dice el reportaje: “Cuando Time confrontó a Castaneda con detalles como la fecha y trasposición de la muerte de su madre, Castaneda se mantuvo impenetrable… El pedirme verificar mi vida a través de datos cronológicos –dice- es como usar la ciencia para dar validez a la brujería. Le roba la magia al mundo y nos reduce a todos a simples fechas”.
El Nahual no argumentó que las mentiras eran una estrategia mágica de Don Juan para borrar la historia personal. Quizás estaba demasiado impactado por la encerrona periodística. No. Justifica el engaño afirmando que decir la verdad sobre quién era, “le roba al mundo la magia…”. No se daba cuenta de que algunos de sus lectores no esperamos magia, ni sueños, ni fantasía… solo queremos la verdad. Sea cual sea.
El reportaje de Time aporta algunos datos básicos muy interesantes sobre la auténtica biografía de Castaneda. Aunque él se pasaría el resto de su vida intentando negar la evidencia.
Ahora nosotros hemos hecho lo mismo que hizo Time. Nos pusimos en contacto con UCLA y reconstruimos la historia de Castaneda hacia atrás… pero también hacia adelante.
Consultamos los archivos de inmigración de EEUU, pero también del FBI, la CIA, los registros matrimoniales, fiscales, etc. Localizamos y entrevistamos a su familia en Perú, pero también a sus compañeros de la Escuela de Bellas Artes de Lima, y de la Escuela San Román de Cajamarca y a sus primeros compañeros de piso en Estados Unidos, a principios de los años 50…
Y después de UCLA, localizamos y entrevistamos a sus amigos en Berkeley, en Cleargreen… y también en Costa Rica, Venezuela, México, España….
Hoy, por primera vez, ponemos nombre y cara a don Juan Matus, Genaro Flores, La Gorda, y otros personajes de la saga castadeniana, y tras localizar todas las piezas, desperdigadas por medio mundo, por fin podemos completar el puzle Castaneda.
Manuel Carballal
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CASTANEDA Y LA PARAPSICOLOGIA
Era previsible. Cuando Castaneda irrumpió en la literatura americana afirmando que había sido testigo de todo tipo de fenómenos paranormales protagonizados por sus informadores don Juan Matus o don Genaro Flores –y que él mismo había desarrollado las mismas habilidades psíquicas- la comunidad parapsicológica fijó su atención en él. Acudí al Dr. Stanley Krippner para documentar esta página de su biografía. Krippner fue quien me orientó sobre los experimentos realizados por Dr. Douglas Price-Williams, quien pese a los resultados aparentemente positivos obtenidos con Castaneda, siempre mantuvo un ambiguo escepticismo. No así el célebre Karles Osis, más contundente en su valoración. En marzo de 1978 Osis publicó una carta al editor en la revista Psichology Today, en respuesta a una crítica de Sam Keen que acompañaba un extracto de “El segundo anillo de poder”. Esto decía Osis:
“Hace unos años, un conocido psicólogo me pidió mi cooperación en un experimento con Castaneda. Castaneda había aceptado enviar a un aliado a un lugar donde los instrumentos científicos serían manipulados para detectar su presencia. Según el psicólogo, Castaneda dijo que tal visita contaminaría el lugar a tal punto que ningún ser humano podría permanecer allí después sin un gran daño. Por lo tanto, sugirió que usáramos una casa que había sido condenada a la destrucción. Ofrecí valientemente el laboratorio de la Sociedad Americana para la Investigación Psíquica (repleta de artilugios como un polígrafo de ocho canales, un sistema de video, una sala insonorizada) y asumí toda la responsabilidad por cualquier peligro subsiguiente. Ni Castaneda ni el aliado llegaron jamás”.
CASTANEDA Y EL FENOMENO OVNI
Actualmente exiten cientos de videos y referencias en Youtube e Internet a las enseñanzas de Castaneda sobre los OVNIs. En diciembre 1994 yo mismo tuve la oportunidad de preguntar personalmente a Castaneda al respecto de su opinión sobre el fenómeno OVNI. Me dijo que él y don Juan habían visto luces extrañas en los cielos del desierto de Sonora que no podían identificar en varias ocasiones. A medida que avanzaba su obra comenzaron a aparecer circunstancias y personajes totalmente identificables con la literatura ufológica: los aliados, voladores, seres inorgánicos o depredadores de Castaneda, están inspirados en los Visitantes de Dormitorio, las abducciones o la reciente bibliografía de autores como Salvador Freixedo o David Icke. Pero siempre más audaz que dichos autores, Castaneda llegaba a presentar a alguna de sus brujas acompañantes, como Nury Alexander “el explorador azul” o Tycho Thal “el explorador naranja”, como criaturas no humanas –seres inorgánicos- que se habían materializado en nuestro mundo.
Para saber más sobre “La vida secreta de Carlos Castaneda: antropólogo, brujo, espía, profeta”:
–The Objetive “Suicidios, mentiras y crueldad. La vida secreta de Carlos Castaneda”: http://theobjective.com/further/carlos-castaneda-vida-secreta/
–Ok Diario “El gurú Castaneda al descubierto”: https://okdiario.com/cultura/2018/08/06/guru-castaneda-descubierto-2911188
–El Mundo “El peruano que engañó al mundo, y su Don Juan de las drogas alucinógenas”. http://www.elmundo.es/cronica/2018/08/16/5b6de91622601d30598b457d.html
–Liberarte “La vida secreta de Carlos Castaneda”: https://www.iberarte.com/index.php/artes-plasticas/literatura/10008-la-vida-secreta-de-carlos-castaneda
Elena en el país de… Castaneda
En junio de 2018 Elena Merino dedicó dos programas monográficos de “Elena en el país de los horrores” al libro “La vida secreta de Carlos Castaneda”. Casi 5 horas de emisión analizando la obra con Salvador Larroca (autor de la portada), Manu Carballal (autor) y Javier Arries, experto en chamanismo. Puedes escucharlos en:
Parte 1: http://www.ivoox.com/2018-6-19-eph-especial-la-vida-secreta-carlos-audios-mp3_rf_26616775_1.html
Parte 2 : http://www.ivoox.com/2018-6-21-eph-especial-la-vida-secreta-carlos-audios-mp3_rf_26658543_1.html
“La vida secreta de Carlos Castaneda: antropólogo, brujo, espía, profeta” ya está a la venta en:
Etc.
[1] Me refiero al neo-nahualismo tolteca de Castaneda porque su oferta espiritual difiere mucho tanto del toltecayotl, o sistema de creencia tolteca, como del nahualismo precolombino tradicional.
Excelente búsqueda del Tonal del Nagual Carlos Castaneda.
Gracias Yordi…
Me deja perplejo el libro. Se vuelve a la parte «Noticia rosa» en lugar del método o el mensaje. Demostrar que era un estafador? Un espía?. Se inventó todo? Lo siento, pero tomé sus libros de una manera «Práctica» y puedo decir que empecé a leerlos con total excepticismo. A través de los años (Tengo 61 ahora) he releido más de 3 y 4 veces cada uno de los 13 que publicó, ya que la andadura es extensa y lleva tiempo constatar todo lo que en ellos divulga. Y fui corroborando, personalmente, la mayoría de los hechos que describe. Sus libros son una «hoja de ruta», que hay que consultar una y otra vez a medida que se avanza en las prácticas (porque son libros eminentemente prácticos). Cualquiera que los lea como trabajos de taller sacará provecho de ellos, si los lees como una novela para pasar el tiempo, mejor compra una novela policíaca. Es mi consejo. Para mí, el maestro fue siempre Don juan Matus, nunca Castaneda, él solo fue a hacer su tesis y acabó de escritor vendiendo libros y dando conferencias. El verdadero valor de todo radica en la «visión» que tuvo Don Juan, para usar a Castaneda como «Tubo hueco», que conducía su legado Tolteca al mundo. Un saludo.
Gracias Luck, la obra de Castaneda es sin duda antropologicamente histórica, lo demas solo murmullos del mito que genera, un abrazo.
gracias
Un honor querido amigo, poder compartir el sendero curandero con usted.